Chelsea 0-1 Manchester UnitedYa avisaba yo ayer en la crónica del derby de Manchester que el resultado quizás no se correspondía del todo con la diferencia entre los dos equipos, y que el Manchester United no era ni de lejos el peor equipo de la competición como mucha gente pensaba y hoy, ante el Chelsea y como visitante, los diablos rojos me han dado la razón consiguiendo un triunfo balsámico que les llena de moral de cara a la dura semana próxima en la que se enfrentarán al Olympique de Lyon y al sorprendente Real Madrid del que más adelante hablaremos.
Llegaban ambos equipos al partido después de haber perdido en la primera jornada sus respectivos compromisos pero confiados en poder lograr la primera victoria de la temporada. En el United destacaba la presencia ahora sí de Berbatov en el once titular, mientras que en el Chelsea apostaban por la continuidad del once que cayó derrotado ante el Arsenal el pasado lunes. Arrancó el partido y el Chelsea salió mordiendo desde el principio para evitar sorpresas y adelantarse pronto en el marcador. Afellay, Drogba y Anelka por partida doble, tuvieron las primeras ocasiones para los 'blues' en los primeros 25 minutos, encontrándose para desgracia suya, con un Van der Sar espectacular que aún les amargaría la tarde durante 75 minutos más. Y en estas apareció el búlgaro Berbatov, suplente ante el City en la primera jornada, para definir desde el costado con un tiro potente en el que, todo hay que decirlo, parece que Kim Young Kwang pudo hacer un poquito más. Pero sin embargo el Chelsea no pareció acusar el golpe teniendo dos ocasiones más en las botas de Anelka antes de llegar al final del primer tiempo.
En la segunda mitad la cosa no cambió nada durante los primeros minutos, en los que el Chelsea volvió a tener más ocasiones de la mano de un incombustible Anelka y de su compañero Frank Lampard pero fue de nuevo Dimitar Berbatov, quien metió el miedo en el cuerpo a Stamford Bridge, plantándose sólo ante el meta Kwang, pero esta vez al búlgaro le pudieron las ansias de marcar, y acabó marrando la ocasión. Entonces los 'blues' decidieron meter la quinta marcha para intentar igualar el partido cuanto antes y tener opciones de conseguir la victoria, y fue el costa-marfileño Drogba quien tuvo tres opciones clarísimas consecutivas entre los minutos 67 y 70 para anotar el tanto que igualase la contienda, pero en las tres se encontró con extraordinarias respuestas de Van der Sar, una de ellas incluso valdría para un ranking de las mejores intervenciones de la liga. De ahí al final fue un quiero y no puedo del Chelsea que ya quedó desmoralizado tras la triple ocasión, y que bajó los brazos a sabiendas de que ya no podría conseguir puntuar en su segundo encuentro de la liga.
Un último apunte para terminar, el holandés Van der Sar, elegido hombre del partido, una prueba más de la importancia de un guardameta que esta misma pre-temporada apunto estuvo de ser reemplazado por David De Gea para la portería del United.
Bayern de Munich 1-3 Real MadridY hablamos ya de la sorpresa de la jornada, el espectacular triunfo del Real Madrid en Alemania, un triunfo histórico de esos que hacen afición. Recuerdo que horas antes del comienzo del partido dialogaba con el técnico del City sobre las pocas posibilidades que existían de que se diese la sorpresa en el Allianz Arena, coincidiendo además con Joaquín en que para que eso sucediese, al Madrid le tenía que salir poco menos que el partido de su vida, y así fue para sorpresa de todos.
Saltaban los dos equipos con todo al terreno de juego y con la apuesta sorprendente y arriesgada del técnico Rubén Pérez de salir a jugarle de tú a tú al Bayern. Y tan bien le salió la jugada al técnico blanco que se adelantaba en el minuto 17 merced a un tanto de Ozil, tras aguantar minutos antes las primeras embestidas alemanas con éxito. Saltaba la sorpresa momentánea en el Allianz pero pronto Gómez en el minuto 22 igualaba la contienda para tranquilidad de la afición local y parecía poner las cosas en su sitio. Pocos confiaban tras el empate en una resurrección blanca y menos cuando el propio Mario Gómez estrellaba un balón en el palo en el minuto 33, pero justo en la misma jugada el Real Madrid montaba una contra de manual por mediación de Higuaín, que se pego un carrerón antológico casi desde el centro del campo, para definir a la perfección y poner de nuevo a su equipo por delante en el marcador. Estábamos en el minuto 36 y el Bayern quedaba muy tocado tras el gol. Fruto de la desesperación, Diaby veía la tarjeta amarilla sólo dos minutos después del tanto madridista pero aún así el Bayer continuó llegando por inercia hasta el final del primer tiempo por mediación de unos desaparecidos hasta ese momento Ribery y Robben.
Para el segundo tiempo, a pesar de la sorpresa, se notaba en el entorno un aire de superioridad del Bayern, que se veía confiado en remontar. Pero el equipo blanco salió valiente al campo buscando el tercero a la contra y Ozil en el 55 tuvo la opción al quedarse sólo ante la meta alemana pero no pudo superar a Kraft. El fallo dio alas al Bayern que acto seguido tendría dos ocasiones claras en las botas, como no, de Mario Gómez, y de Van Buyten, quien estrellaría la pelota en la madera por segunda ocasión en el partido para desgracia de los locales. Eran los mejores minutos del equipo alemán pero justo entonces apareció Higuaín, acompañado de la diosa fortuna, para poner la puntilla con un disparo que tocaría en el palo y tras rebotar en Kraft, se introduciría dentro de la portería alemana. Ahí murió el Bayern y con él murió el partido, cuyo marcador no se movería más en los minutos restantes hasta el final.
Destacable, por parte del bando merengue la efectividad mostrada durante el choque de hoy que fue casi máxima, con tres goles de cuatro lanzamientos en los 90 minutos y por contra muy decepcionante el partido de un Bayern al que le pudieron los nervios y las ansias por marcar y que quién sabe si se habrá dejado media liga ya en el camino en estas dos primeras jornadas de liga.
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